La justicia llegó por primera vez al lago Escondido por el camino de Tacuifí
lunes, 21 de marzo de 2011
Una delegación del STJ encabezada por el juez Víctor Hugo Sodero Nievas logró llegar hasta el lago Escondido, cuyo acceso público es impedido por el magnate inglés Joe Lewis; su administrador Nicolás Van Ditmar, y otros empleados del terrateniente extranjero. La comitiva oficial fue acompañada por más de 200 personas, que sólo pudieron llegar hasta una tranquera a 3 kilómetros del lago. Acompañó el dirigente de la FAA Buzzi, agrupaciones mapuches y otras entidades. Las agrupaciones denunciaron muchos obstáculos.
Fuente ANB
Según relataron a ANB distintos testigos de la histórica medida judicial, la comitiva y la gente que acompañó en reclamo por acceso libre a las costas debieron enfrentar numerosos obstáculos puestos por los empleados de Joe Lewis.
Como hacen desde hace años, Lewis y los suyos siguen negándose a dejar un acceso público y libre al lago, aún cuando una disposición judicial del STJ así lo dispuso.
El sábado último, abogados y empleados del magnate inglés pusieron en cada una de las cinco tranqueras numerosas trabas al avance de la comitiva oficial, a la que acompañaron más de 200 personas.
Además, dragaron un río para dificultar aún más el paso y unos baqueanos a sueldo de Lewis confundieron a la comitiva para que haga seis kilómetros de más. Pero igualmente llegó al lago, con la excepción de la gente que debió quedarse 3 kilómetros antes, en la última tranquera, que cierra el acceso al parque y la mansión del millonario.
Destrás de Sodero Nievas la comitiva oficial estaba integrada por cinco representantes por cada parte -abogados de Lewis y de amparistas-, y representantes del Juzgado de Paz de El Manso.
Además fue la legisladora Magdalena Odarda, el abogado Rubén Marigo, el concejal Darío Duch, la militante ambientalista Ana Wieman, HIJOS, y el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi.
También hubo representantes de los organismos rionegrinos Viarse y Codema, y entre la gente fueron mapuches con sus banderas, pobladores rurales con sus sombreros, un grupo de barbados señores de una iglesia, abuelas, abuelos, niños de todas las pertenencias, numerosos vecinos de El Bolsón, Bariloche y Villa La Angostura, organizaciones sociales y periodistas, entre los que también asistió una irreverente cámara de CQC.
La marcha fue muy lenta, porque en cada tranquera los abogados de Lewis intentaron suspender la medida judicial. Pero Sodero Nievas los contradijo en cada oportunidad, ante aplausos y vítores de los acompañantes.
Estas interrupciones generaron gran tensión en las tranqueras, en especial por la actitud amenazante de los empleados de Lewis, que lograba liberarse con la entonación del Himno Nacional y voces de los mapuches.
La multitud también cuestionó al personal de Lewis que restringía el paso a los periodistas en tanto disponía privilegios para dos de ellos, vinculados al magnate.
La cuarta tranquera, que da paso a la propiedad de Van Ditmar, fue pasada por la gente, que no pudo hacer lo propio con la quinta, de Lewis.
Allí quedaron los vehículos por orden del juez, y en adelante sólo la comitiva oficial debio realizar un dificultoso vadeo del río Foyel, debido al irregular dragado hecho por la estancia, según explicó Conrado Fernández, juez de Paz de El Manso.
También anduvieron más de seis kilómetros perdidos, por culpa de baqueanos de Lewis.
La comitiva pudo constatar que el camino está en perfecto estado y que sólo falta resolver el paso del río Foyel mediante un puente o vado bien hecho, para llegar sin problemas al lago público.
Además notaron que en los últimos 3 kilómetros el camino público tiene la misma traza que el privado, o sea que desde hace muchos años Lewis viene utilizandolo en su provecho. (ANB)
Fuente: http://noticiasdelbolson.com.ar/
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